El estiercol, según lo trae el camión, viene directo de la granja y no ha tenido tiempo de madurar. Esto quiere decir que está muy vivo (aunque, como está seco, digamos que está dormido) y que puede dañar a las plantas, sobre todo a las pequeñas. Por eso, cuando se use, hay que tener cuidado que no toque mucho las plantas y sobre todo el pie (la parte de la planta entre la raíz y el tronco). Igualmente, se puede usar con moderación. Eso sí, los que suelen apoyar el riego tirando agua con las regaderas, mejor que lo eviten (el abono o el regar), porque si el estiércol se moja, digamos que se despierta, se vuelve muy activo y puede ser fatal para la mayoría de las plantas.
Para que el estiércol se vuelva más dulce con las plantas tiene que fermentar o ser comido por las lombrices. Para las dos cosas se suele mantener húmedo y tapado, para que suba la temperatura en el interior del montón, con lo que favorecemos la fermentación y la eclosión de los huevos de lombriz que pueda haber. Periódicamente lo destaparemos y lo regaremos y lo volveremos a tapar, y mientras tanto tendremos que usar del que quede fuera del "tapao".
Una última recomendación: cuando vamos a cargarlo para echarlo en nuestro huerto, hemos de ser un poco ordenados e ir cogiendo del que está mas bajo, a ras de tierra, procurando que se desparrame lo menos posible. Pensad que lo que queda debajo de nuestros pies termina convirtiéndose en polvo y desapareciendo o termina siendo comida para las hierbas que crecen alrededor del montón; por eso, cuanto más ordenados seamos y menos estiércol dejemos debajo de nuestros pies, más rendimiento sacaremos del montón.
No olvidéis tratarlo con cariño; el estiércol es la comida de la tierra y ella es la que va a alimenrtar a nuestras plantas, que nos van a nutrir a nosotros con lo mismo que nosotros le hemos dado a la tierra
¡Salud!
* Pedro *
1 LLAVORS:
Moltes gràcies per les recomanacions, no tenia ni idea!!!
Olga
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